Evo pierde control dentro del MAS y la oposición está ante un «rompecabezas»

En cuatro plazas, las bases del MAS rechazaron a los postulantes a gobernador que contaban con el respaldo de Morales. La oposición no da muestras de haber aprendido la lección de los comicios de octubre.

Evo Morales, presidente del MAS, cuya palabra fue “ley” dentro del partido azul, hoy afronta la rebeldía de su militancia en al menos cuatro plazas electorales, en las que le piden “no dedazo”, “respeto a la decisión orgánica”, y no logra controlar a las bases ante el descontento, que en algunos lugares se manifestó con expresiones como “el pueblo decide” y la advertencia de “voto castigo”.  

En el MAS ven como natural las reacciones de desacuerdo, aunque reconocen que en algunos casos están impulsadas por “resentidos”. Con todo, avizoran que habrá reuniones para llegar a un consenso.  

En la acera del frente, se ve a una oposición que aún no da muestras de haber aprendido la lección del 18 de octubre. No consigue armar el “rompecabezas” de la unidad en regiones estratégicas y  se muestra en algunos casos “adormilada” e indecisa en la elección de candidaturas.  

“Muera el dedazo” y “Renovación” son las consignas que movilizan a las bases del partido azul en esas cuatro plazas electorales. En tan sólo tres días, la militancia objetó la decisión de Morales sobre los candidatos a la Gobernación de Chuquisaca, Potosí, Cochabamba y Pando.

En el ampliado del MAS del 21 de noviembre, las organizaciones sociales y su militancia trazaron los lineamientos para la elección de candidatos. En la oportunidad establecieron de manera específica que no se permitirían invitados y que la elección de candidatos debía hacerse de manera orgánica. Además que los asistentes pidieron “renovación”

El jefe regional del MAS de El Alto, Daniel Ramos, explicó que los candidatos deben cumplir los siguientes requisitos: Ser proclamado por los sectores del MAS en un ampliado, estar comprometido con el proceso y la población a la que representa, ser militante inscrito en el Órgano Electoral, no tener pliego ni sentencia ejecutoriada y haber realizado su servicio militar en el caso de los hombres.

De forma inédita, en algunas regionales del MAS incluso se alistaron para realizar unas elecciones “internas” con voto secreto para definir a los postulantes. 

“Ahora se va a elegir a un candidato de manera orgánica con voto de las bases;  ya no se va a decidir como hace mucho tiempo lo hacíamos, donde sólo los principales dirigentes asistían a una reunión de coordinación y hacían consensos. Esta (selección) es diferente, esperamos que tengamos la suficiente valentía de tomar decisiones democráticas”, explicó el 8 de diciembre el precandidato   Filomeno Cruz en Chuquisaca. 

No obstante, tres días después, en la selección de candidatos en Tomina (Chuquisaca), Morales desahució esta posibilidad, y señaló: “Cuando hay votación, se crean resentimientos”. El expresidente pidió que los precandidatos entren en acuerdo para designar un solo postulante.

Juan Carlos León fue elegido con el respaldo de tres precandidatos y por aclamación en el ampliado. Sin embargo, los Cintis, cuyo precandidato era Cruz, denunciaron manipulación y direccionamiento y se marcharon amenazando con emitir  un “voto castigo”,  pese a que Morales les dijo: “No vamos a abandonar al compañero Filomeno Cruz”.

Al día siguiente, en Betanzos (Potosí),  el reclamo a Morales alcanzó niveles violentos  tras la designación de Jhonny Mamani como candidato a la Gobernación. “El pueblo decide”, exclamaron   en una oficina donde se observa al líder político arrinconado por una militancia inconforme.

Según el testimonio de Orlando Careaga, quien fue precandidato, el expresidente terminó “oculto” junto con  otros dirigentes en el último piso de la Alcaldía durante tres horas, mientras que afuera de la instancia se desataba una pelea a golpes. “Tuvimos que salir hasta disfrazados”, dijo Careaga.

Sin la presencia de Morales, se organizó otro ampliado en el que por votación se eligió Edilberto Chambi como candidato a la Gobernación potosina. 

Asimismo, el 11 de diciembre la elección del candidato a gobernador de Cochabamba se realizó en medio de una protesta que Morales no logró frenar. En imágenes se ve al líder del partido azul tras una puerta de rejas, mientras la militancia le grita “muera el dedazo”, en rechazo a la designación de Humberto Sánchez.

Ese mismo día, en Pando se desconoció al candidato a gobernador anunciado por Morales, Miguel  Chiquitín  Becerra, y en su lugar se ratificó a  Regis Germán Richter, quien  cuenta con el respaldo de más de una veintena de organizaciones.

“Chiquitín no es militante y queremos que se respete el estatuto. Él es el invitado directo del hermano Evo Morales (…). En la militancia dicen no aceptamos el ‘dedazo’, no queremos imposición”, afirmó Aliana Guzmán, presidenta de la dirección departamental del MAS Pando. 

Al respecto de este panorama en el MAS, Jacinto Herrera, exejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia,  señaló que esta reacción de desacuerdo de algunos sectores es natural, ya que todos intentan posicionar a sus candidatos, aunque indicó que en otros casos el desacato es promovido por “personas resentidas”.

“En algunos casos hay sectores sociales que están siendo influenciados por personas resentidas del MAS. Ellos incitan a no acatar la decisión del líder; sin embargo, habrá una oportunidad en que se puedan sentar los bandos y se pueda llegar a un consenso, sin peleas internas. Con seguridad se va a resolver esto,  seguirá habiendo reuniones para llegar a un consenso”, expresó.

Para Pedro Portugal, autor de varios estudios sobre los pueblos indígenas de Bolivia y director del periódico digital Pukara, lo que pasa con el MAS en estos momentos es similar a lo ocurrido con el MNR después de la revolución del 52, cuando empezó a decaer. 

“Cuando el MNR empezaba a  descomponerse,  fueron comunes los enfrentamientos campesinos, la desestabilización, los mismos ataques que se hacían a los personeros del partido de gobierno, los estamos viendo actualmente” manifestó.

En su opinión, el problema del MAS se genera porque entra en contradicción al tener un discurso de tipo populista, pero que en el fondo  no busca todavía un empoderamiento popular, sino utilizar el apoyo popular para encumbrar a su propio grupo político.

El analista político Paul Coca ve que si bien el MAS afronta una disputa interna,  esta no sería una ventaja para la oposición,  que aún no logra construir la unidad en torno a programas, pero que además se percibe inerte.

“Vemos que el dedazo se está imponiendo en el MAS y hay sectores molestos, acusando a Evo de ser el autor principal del dedazo. Hay sectores que ven a quienes siempre tendrán el favor de las cabezas; no obstante, esta situación no significa una ventaja para la oposición,  que no logra articular frentes de unidad y sobre todo un programa municipal o departamental que sea alternativo”, dijo.

A cuatro días de iniciarse la inscripción de candidaturas rumbo a las elecciones subnacionales del 7 de marzo, la oposición no anunció más adhesiones partidarias que reduzcan el fraccionamiento expresado en 38 alianzas, además que se muestra “adormilada” e indecisa en el eje troncal.

El analista Marcelo Silva subraya que “los gobiernos subnacionales son el único y último espacio de sobrevivencia de las oposiciones políticas del MAS. Hablamos de elecciones trascendentales para la oposición al MAS”.

La principal fuerza de oposición, Comunidad Ciudadana (CC), aún no da luces sobre las personas que la representarían en los comicios subnacionales o sobre las adhesiones que pretenden sumar.

“Estamos trabajando en las adhesiones. Vamos a integrar a fuerzas políticas menores y nuevas en los municipios y también nos vamos a integrar nosotros”, expresó  el coordinador de la alianza naranja, Gustavo Pedraza, el pasado lunes en Asuntos Centrales. Este rotativo intentó conocer los avances del frente en esta semana,  pero no se tuvo  éxito.

La alianza Comunidad Ciudadana-Autonomías por Bolivia mantiene en reserva a sus fichas políticas en el eje troncal y no generó hasta el momento ninguna repercusión mediática al respecto. En una entrevista publicada ayer en Página Siete, Carlos Mesa, máximo líder de CC, respondió “estamos en camino”, cuando fue consultado sobre el eventual fracaso del acuerdo de unidad en La Paz. 

Precisamente en la urbe paceña, Iván Arias es uno de los candidatos más activos en promover  reuniones y firmar acuerdos con distintos sectores, y también en buscar la unidad. “Hemos llamado al señor Albarracín, le mandé una serie de mensajes, no recibo respuestas. Tampoco puede uno entrara a la casa donde no lo invitan. En todo caso,  sigue abierta la posibilidad de llegar a  acuerdos y mi norte es buscar lo mejor para La Paz. Si lo mejor  es que nuestra candidatura se retire, lo haremos, no tenemos problemas en eso, pero tampoco estamos dispuestos a bajarnos para que nada cambie”, sostuvo Arias a este medio.  

Para Silva, CC  tiene un problema de base al carecer de una estructura política. Subrayó que la alianza fue creada para competir en las elecciones nacionales con ciertas condiciones y contextos diferentes de  los que se presentan ahora. 

“CC tiene un pecado original de base y es que no tiene estructura política. La indefinición en este momento de CC es si va a ir o no va a ir los procesos electorales, con qué candidaturas y sobre todo con qué músculo político. Debe ser difícil poder presentar candidaturas propias y absolutamente difícil generar alianzas que se acomoden a los aparatos políticos que ya existen en cada región”, señaló.

“Demócratas en su momento fue partido gobernante como opositor y gobernador transitoriamente de Bolivia por sucesión constitucional. Ahora resulta que es la primera vez en la historia de Demócratas que no tiene espacios en la Asamblea Legislativa, porque cuando la alianza Juntos se bajó, la agrupación base que era Demócratas perdió todo escenario nacional”, recordó el analista Paul Coca.

El experto identifica que en los departamentos donde su sigla contrarresta va en alianza y cambia su denominación como en La Paz y Cochabamba que va como Somos Pueblo y Somos Renovación, respectivamente. 

Al respecto,  el secretario nacional Demócratas, Gonzalo Barrientos, señaló que el partido tiene una estructura con presencia política a nivel nacional y que si bien van en alianza en algunas regiones es porque se actúa en función de lo que pide la población que pidió  a la oposición “únanse”.

“Nos unimos para continuar en esta carrera democrática. Eso se hizo en muchos lugares. Si bien en Potosí y en Santa Cruz vamos como Demócratas,  tenemos alianzas internas. Somos un proyecto nacional, generamos equilibrio, contrapeso y vamos por la recuperación de la democracia”, sostuvo.

En analista político Portugal  manifestó un factor clave que se ve ausente en las líneas contrarias al partido azul: “Hemos visto que los partidos de oposición no logran sintonizar sobre cuál es la verdadera reivindicación y la verdadera adhesión que deberían tener con los sectores populares”. 

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