Detectan desvío de $us 2,3 millones en caso Murillo, que se invirtió en un proyecto inmobiliario del Urubó

Según la investigación del Gobierno, se ejecutaron cuatro sobornos y otras irregularidades en la compra de agentes químicos. Uno de los pagos tenía el título de ‘Transfer Arturo’, que se estima era para el exministro.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó este lunes que se desvío 2,3 millones de dólares en la compra de agentes químicos y armamento no letal en las gestiones de Arturo Murillo y Fernando López como ministros de Estado. El monto se dividió en el pago de cuatro sobornos y la mayor parte de ese dinero fue invertido en un proyecto inmobiliario en la zona del Urubó, en Santa Cruz.

Del Castillo explicó que el primer pago de soborno lo ejecutó Philip Lichtenfeld, quien es amigo cercano de Murillo y está detenido en Estados Unidos. El ministro detalló que esta primera operación se la ejecutó el 13 de abril de 2020 y hay una persona no identificada involucrada. El primer pago se hizo por el monto de 450.000 dólares y un segundo por 250.000. El intermediario se quedó con 14.000.

«De este monto, 582.000 dólares se entrega a Rodrigo Méndez y parte de ese dinero va a Arturo Murillo. Básicamente, el individuo uno recibe dos depósitos que hacían un total de 700.000 dólares», detalló Del Castillo, quien aseguró que Murillo estaba al tanto de todos los movimientos por los mensajes de WhatsApp que recibía. Méndez está detenido en Estados Unidos y es el exjefe de gabinete de Murillo.

Respecto al segundo soborno, Lichtenfeld envía un correo electrónico para que le hagan una transferencia. La empresa Bravo Tactical Solutions realizó dos depósitos a una cuenta bancaria en Bolivia a nombre de Lichtenfeld. El primer depósito fue de medio millón de dólares y otro de 320.000 dólares.

Del Castillo aseguró que la mayor parte del dinero desviado fue ejecutado en un proyecto inmobiliario en la zona del Urubó, en el departamento de Santa Cruz (jurisdicción de Porongo), y también para el funcionamiento de una empresa inmobiliaria en la ciudad de Cochabamba. «Estamos hablando que gran parte de la corrupción se encuentra en Bolivia. Estos depósitos han sido embargados», declaró el ministro.

El tercer soborno involucra al exministro Fernando López, quien, según Del Castillo, recibió una captura de pantalla por parte de Luis Berkman confirmando el depósito de 20.000 dólares a la cuenta bancaria de un familiar del exministro de Defensa. Berkman y su hijo, Bryan Berkman, son dueños de la empresa intermediaria que cobró el dinero al Estado. Ambos pagaron una fianza en Miami y ahora enfrentan el proceso en libertad.

El último soborno se realiza el 20 junio de 2020. Lichtenfeld envió un mensaje a mano con el título «Transfer Arturo». El primer depósito fue de 79.000 dólares y un segundo de 100.000 dólares, haciendo un total de 179.000 que supuestamente fueron recibidos por Murillo, quien cerró su cuenta en Estados Unidos tras las transferencias.

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